El ejercicio brinda al personal del hospital, la administración y la seguridad y otras organizaciones, incluida la Oficina del Sheriff del Condado de Garfield, el Departamento de Policía de Rifle y la Gestión de Emergencias del Condado de Garfield, la oportunidad de evaluar los procedimientos, la coordinación y la toma de decisiones durante un escenario en el que un tirador activo está dentro del hospital y apunta a una gran escala de víctimas de manera indiscriminada.

“Solo queremos que el personal pueda analizar el escenario para comprender lo que podría suceder de modo que, Dios no lo quiera, si algo sucediera, estén lo más preparados posible para sobrevivir,” dijo Becky Needham, gerente del programa de trauma y coordinadora de preparación para emergencias de Grand River Health. “No es solo algo interno aquí en el hospital, sino que también está ayudando a desarrollar esa relación y trabajar en esa respuesta con nuestros otros socios comunitarios.”

Según Needham, los hospitales deben realizar una cierta cantidad de ejercicios cada año según los resultados de un análisis de vulnerabilidad a peligros.

“El tirador activo siempre será uno de los principales peligros a los que somos vulnerables y eso es prácticamente a nivel nacional,” dijo Needham. “Pero uno de los miembros de nuestra junta directiva solicitó que hiciéramos un ejercicio de tirador activo, así que eso fue lo que lo guió.”

“Un centro de atención médica es un área muy emocional. En un hospital con una (sala de emergencias) no cerramos. Estamos abiertos las 24 horas del día, los 7 días de la semana,” agregó. “Y no estás tratando con personas en el mejor momento de sus vidas.”

Hubo seis incidentes de tiradores activos que ocurrieron en entornos de atención médica en los Estados Unidos entre el 2019 y el 2023, según los informes de Incidentes de Tiradores Activos del FBI. El FBI define a un tirador activo como “una o más personas que participan activamente en matar o intentar matar a personas en un área poblada.”

El ejercicio de tirador activo de Grand River Health llevó alrededor de nueve meses de planificación e incluyó un ejercicio de simulación durante el verano. Needham ha dedicado ese tiempo a escribir guiones para los actores del ejercicio, a preparar al personal del hospital y a integrar a varios miembros de la comunidad y organizaciones en el ejercicio.

“Se toma un escenario y se lo desglosa minuto a minuto, acción por acción, personaje por personaje, lugar por lugar,” dijo Needham. “Se intenta capturar ciertos momentos en un proceso de 15 minutos que ayuda a probar cómo van a reaccionar los no actores, qué acciones van a tomar y cómo podemos cambiar las cosas aquí para que sean más seguras.”

El personal responderá al escenario siguiendo los procedimientos y el entrenamiento de preparación para emergencias del hospital. Un equipo de controladores y evaluadores profesionales observará el ejercicio en “células de simulación,” donde se desarrolla cada acto del escenario, en todo el hospital. Al final del ejercicio, los controladores y evaluadores se reunirán con el personal del hospital y discutirán las posibles áreas de mejora.

“Es impactante… tener que aceptar que realmente estamos teniendo que hacer esto, eso en sí mismo es bastante perturbador,” dijo Needham. “Pero luego tengo que recordar que la razón por la que hacemos esto es para mantenernos seguros.”

“He sido enfermera de urgencias durante 15 años, y sé que en las trincheras las cosas pueden ponerse un poco peliagudas. Y de alguna manera he construido mi armadura para eso,” agregó. “Hacer esto para un hospital es lo mismo, así que lo experimentas y tienes que aprender a construir esa armadura.”